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Reflexiones sobre comunicación

Los medios tecnológicos, transmisores del conocimiento y la información

El mundo del nuevo milenio será el de la primacía de los talentos, como el valor agregado más alto de los mercados; los talentos generadores de novedades, creadores de sistemas informáticos, de nuevas lógicas del funcionamiento de las empresas, de los servicios públicos, pero también de obras de arte, de imaginación. Cada vez será menos útil esa acepción restringida y obsoleta de la palabra cultura, que nos hemos acostumbrado a usar. Cultura debe ser para nosotros todo lo que crea y transforma, desde el arte y la literatura, por supuesto, a la educación, la tecnología, y la democracia. Y la cultura debe valerse siempre de los medios tecnológicos, como transmisores por excelencia del conocimiento y la información."
Fuente

Aprendizajes múltiples en una bitácora

Continuamente estoy aprendiendo muchas cosas a la vez. Este año me he decidido por las bitácoras, las cuales son mucho más que los sistemas técnicos que las sustentan. Empecé con esta bitácora dedicada a educación, pero como con ella no podía acceder apenas a la parte tecnológica, inicié otras con distintos sistemas. Es verdad que esta parte tecnológica me era necesario conocerla, pero no lo será para muchas gente ya que se encontrará los sistemas instalados a punto de ser usados. Estas facilidades que me ha dado blogia son las que me han iniciado en el tema bitacoril.

Ahora que han pasado los primeros tres meses de mi iniciación comprendo que tener una bitácora exige toda una serie de aprendizajes no tecnológicos, pero sí comunicativos que pocos medios ofrecen.

Crear un apunte diario me plantea la elección de un tema, la búsqueda de ideas e informaciones y la escritura de mis ideas y experiencias sobre él. Hasta aquí ya sería suficiente mantener una bitácora por los aprendizajes que todo esto supone. Pero el hecho de que se publique al momento y de que haya personas que entren y que comenten cualquier aspecto le da unas dimensiones mayores.

La verdad es que no es fácil. A mí me crea una cierta tensión, lo que a veces me induce a plantearme sobre si escribir o no. La postura más cómoda sería la de no escribir. Pero sé que ella me inclinaría rápidamente hacia la no participación y hacia el abandono del uso de Internet. Me temo que bastantes personas que tienen acceso a Internet no lo usan o lo hacen pocas y cortas veces.

Veo alumnos que apenas utilizan Internet pese a tenerlo a su alcance en casa. Al principio se comunican mucho por el messenger, pero al poco tiempo ya no saben qué decir y lo abandonan. Tienen un problema parecido al mío: saber qué decir. Creo que con las bitácoras también ocurre: que desaparecen al poco tiempo una mayoría y son pocas las que permanecen. ¿Por qué ocurre esto? En algunos casos probablemente haya dificultades de tiempo, aunque no me creo que sea la verdadera causa de la mayoría.

Yo me autoimpongo la obligación de escribir, de cumplimentar cada pocos días cada una de las bitácoras que llevo. Y es algo que me cuesta, que se me hace difícil. Y el momento decisivo está cuando me planteo "Y hoy, ¿de qué hablo?" Una vez superado este momento, las dificultades son mucho menores. Me ocupará más o menos tiempo buscar la información que necesito, pero el discurso sale, mis dedos teclean las frases y mi mente se enfrasca en la temática seleccionada.

Y aquí es donde quisiera "conectar" con el sistema educativo planteándome una pregunta antropológica: ¿Qué necesitamos los humanos para entrar en una dinámica de "búsqueda de información" y de expresión o comunicación? Amplío más el tema. Se critica al sistema educativo porque no nos planteamos el que las personas, los alumnos, sean emprendedoras, sino que vamos más bien hacia planteamientos de personas que obedezcan, sean sumisas, sigan unos trabajos dirigidos. Es el tema de la creatividad y de la creación de proyectos.

Tal vez, si los alumnos crearan proyectos, en ellos entrarían la utilización de estas tecnologías en caso de que las conocieran. Pero, hoy por hoy, ni los libros de texto se plantean el uso de Internet para la educación escolar. Para crear proyectos puede ser que primero sea conveniente participar en algunos proyectos que sirvan de aprendizaje y de planteamiento.

Sé que este discurso es confuso. Mediante esta verbalización intento plantearme un grado de insatisfacción ante el trabajo escolar y sus supuestos básicos: educación no dirigida a que las personas sean emprendedoras, a que no se inicien proyectos con los que puedan plantearse la superación de sus necesidades. Educación dirigida a personas que no sepan utilizar su tiempo libre más que con el consumismo sin finalidad ... Y en todo esto entra el consumo de Internet como una baza más, consumo de Internet, que no utilización de Internet y de las nuevas tecnologías.

Aprender a comunicar información

Aprender a comunicar es una expresión excesivamente extensa que pierde, por ello, su significado.
Son varias las webs y bitácoras que se plantean esta temática y, creo, somos mayoría los profesores que estamos inquietos ante ella. Una pregunta flota en el ambiente: ¿Pueden las Nuevas Tecnologías (NNTT) ayudar en este aprendizaje?

Preferiría permanecer con un elevado escepticismo ante las NNTT en la educación. Ya hace años, en los 70, parecía que los audiovisuales, la TV y el vídeo principalmente, iban a ser la panacea de la enseñanza y todos aquellos discursos y esperanzas quedaron en poco más que papel mojado. Sin embargo, ya no desde el punto de vista escolar sino social, sí han sido palancas importantísimas y fundamentales en la transmisión de ideas y en la «educación» (¿le ponéis otro nombre?) de personas, grupos sociales y de la sociedad en su conjunto. Es decir: la sociedad ha sabido aprovechar unas herramientas que la escuela no ha utilizado apenas.

Bea (blog d'una profe dim y Actilingua) se pregunta el día 21 de febrero, Lengua: ¿la informática para conjugar verbos o para adquirir competencias comunicativas y creativas en Internet? en su blog.

Hoy mismo, Miguel Santa Olalla (boulesis y boulé) en Alfabetismo de lo nuevo (en educ.ar se plantea este tema:

Y estoy volviendo a verificar una experiencia que he venido comprobando en los últimos 3 años: los alumnos no saben "manejar" la información: ni buscarla, ni procesarla correctamente, ni sintetizarla, ni estructurla de un modo ordenado y coherente... Quizás esta sería una de las funciones primordiales de las páginas educativas. (...) Si Internet es un sistema revolucionario de transmisión de la información, es esencial enseñar a "trabajar" con la información.


... Trabajar con la información: ¡Qué complejo!

¿Están planteándose lo mismo Bea y Miguel?

Yo creo que en las finalidades y objetivos de la enseñanza están la búsqueda de información, la comunicación y la expresión en variadas formas y formulaciones (registros). Sin embargo, ¿qué se hace en la institución escolar? Si me permitís una exageración (no muy grande): buscar en el libro de texto y, ¿comunicación o análisis gramatical?

Si miramos los libros de texto, creo que no es muy exagerado lo que acabo de decir. ¿Cuántas páginas de los libros de Lenguas están dedicadas a la gramática y cuántas a algo que pueda acercarse a «comunicación»? ¿Y en los libros de las demás asignaturas?

Por ejemplo: ¿Se busca, no en un trabajo anual sino con frecuencia, información en otros libros que no sean los de texto? ¿Se utilizan las bibliotecas y los libros que hay en ella?

Yo no sé, y no quisiera herir a nadie, pero me parece que la enseñanza debiera tomar otros derroteros que los basados en el libro de texto


Dos apuntes:
1. Hablando de comunicación y de escritura: 7 Tips para un buen Post

2. He creado un bloglines público donde me gustaría poner blogs (y webs) relacionados con educación en centros no universitarios, pero tienen que tener RSS o sistema parecido (Atom y otros).
Pongo aquí un enlace y, en cuanto pueda lo pondré en el menú izquierdo.
Si conocéis más direcciones, me gustaría llegar a tenerlas. Gracias.

No pidas sardina fuera de temporada

Pondría una cita de García Lorca:
¡Que no quiero verla!

Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.

¡Que no quiero verla!


Reunión de profesores. Los tutores desgranan las problemáticas familiares y personales de un puñado de alumnos de cada curso, de esos alumnos que no acaban de funcionar en las aulas y que nos preocupan. Cierro los ojos y me quedo sordo. Recuerdo el poema de no querer ver la sangre ... Yo tampoco quiero verla. ¿Podemos hacer algo los profesores ante la problemática social y familiar? No atosigarle, darle esperanzas de que las cosas cambiarán... Al final de cuentas, apenas nada. Quizás lo más importante pueda ser que en las horas del instituto el alumno se sienta algo liberado de su problemática ¿olvidar, quizá?

Lo malo es que ese puñado de alumnos es cada año más numeroso y el desgrane de los tutores se convierte en una retahila inacabable que me adormece.

En los tres años que llevo con el foro del instituto sólo una vez, al final de la temporada de exámenes, apareció un insulto hacia una profesora. Era sólo un insulto que no planteaba el problema originario. Lo borré inmediatamente. En otra ocasión apareció una queja hacia un profesor. No lo borré, aunque sí le indiqué el canal y procedimientos hábiles para exponer las quejas que los alumnos tengan.


¡en.riendo! de la revista enredando.com


Todas esas problemáticas familiares y sociales no aparecen ni en el foro ni en la web. Sólo alguna información sobre la anorexia (ya empiezan a salir posibles casos) y sobre malos tratos. Pero son recortes de prensa, informaciones generales.

Así como la sangre es imposible no verla, no ocurre así con la miseria, los malos tratos, la enfermedad, la muerte. Me temo que se esconden. No aparecen en los lugares de trabajo ni en los centros educativos; sólo queda la ausencia: no ha venido, sin saber la causa. Posteriormente llega la información de «está hospitalizado, ponle algo de trabajo». Estas plagas, siempre presentes, no están en los escaparates ni en la publicidad de nuestra sociedad. Simplemente no aparecen. Tampoco aparecen en las webs escolares. Supongo que ha de ser así. No pidas sardina fuera de temporada.

La retroalimentación comunicativa en Internet

La retroalimentación o feedback es uno de los elementos básicos de la comunicación. Cuando hablamos en una conversación cara a cara, miramos el rostro del interlocutor y leemos en él una actitud y una respuesta ante nuestras palabras. Sabemos si éstas son escuchadas, si interesan, si hay impaciencia, etc. Según esa lectura adaptamos el discurso que estamos haciendo. De igual manera, nos adaptamos a la situación: si hay ruido incrementamos el volumen de nuestra voz. La retroalimentación es inmediata y adaptamos el discurso a la lectura que hacemos de ella.

Al hablar por teléfono también buscamos y seleccionamos estímulos sonoros que nos indiquen el grado de atención que nos presta el interlocutor. Intentamos descubrir su situación y su actitud. El tono de voz es importante.
En las situaciones comunicativas mencionadas es importante el contenido del discurso, pero también lo es la situación y las respuestas gestuales o tonales que el interlocutor proporciona. Tan importantes son estos estímulos retroalimentativos que marcan o señalan unas distancias y acercamientos personales y también hacia los contenidos de los mensajes que se comunican. Esos estímulos también darán indicación sobre si emitir o no el mensaje previsto.


Dalí: Meditation on the Harp (1932 - 34)


En la comunicación escrita todos estos estímulos no existen al desaparecer la figura del receptor. Ésta es imaginaria y, como tal, no emite las señales que alentaban la continuidad del discurso ni tampoco envía contenidos que los enriquecen. Ello hace difícil la comunicación, convirtiendo el diálogo en un monólogo. Tiene sus ventajas e inconvenientes. La atención se centra en los contenidos que se emiten o expresan. Quizás por ello consideramos que favorece en gran manera su aprendizaje. La dificultad, o una de ellas, es que la fluidez del discurso la tiene que crear uno mismo sin tener la ayuda del otro. En la comunicación presencial se aceptan o dan múltiples sobreentendidos, mientras que en la escrita se aceptan muchos menos. Lo que queda sin decir pero que se sobreentiende es enorme en la comunicación. Y muchas veces un escrito nos impresiona porque muestra de alguna manera ese abismo nunca dicho.

La comunicación en Internet es, hoy por hoy, escrita y esto presenta múltiples dificultades. La ausencia de retroalimentación comunicativa y la falta de complicidad entre quien escribe y quien lee obliga a explicar de alguna manera muchos supuestos de los que no se haría mención en la comunicación sincrónica. Quien escribe espera tener alguna noticia sobre el efecto de sus palabras. Por esto nos interesamos por retroalimentaciones post-discursivas: número de visitas y comentarios. Con la valoración que hagamos de ellas no modificaremos el discurso ya escrito, pero seguro que influirán en los discursos posteriores.

Escribir para un público: sobre el anonimato y el medio

En la web del instituto hay varios sistemas para que los navegantes participen: foros, formularios, mensajeitor, etc.
Cada uno de estos sistemas creo que producen diversas reacciones: desde su uso apropiado (en los formularios), hasta usos no hirientes, pero ¿molestos? para otras personas.

Hace dos años empecé a poner formularios para que pudieran enviar chistes, poesías, etc. Cada formulario está en una sección y tiene una finalidad clara y patente. Yo creo que son estas condiciones del contexto las que han propiciado que nunca tuviera ninguna dificultad con ellos, pese a que no es preciso que obligatoriamente pongan su nombre ni una dirección de correo electrónico.

No ha ocurrido siempre igual con los foros. El primer año fueron abiertos y durante los meses del curso funcionaron correctamente. No ocurrió igual en tiempo de vacaciones escolares. Posiblemente sólo fuera una o dos personas, pero utilizaban los nicks de otras personas para citar o criticar a otras personas (alumnos). De éstas sí ponían su nombre real, aunque ellos nunca utilizaron su nombre. No es que llegaran a insultar, pero, en lugar de tratar temas, se metían con personas. Desde ese momento decidí que el foro no fuera abierto, sino bajo registro.
Alguna vez ha habido algún post (pero muy pocos) de insultar a algún profesor. Pero ante ellos no he dudado nunca: los he eliminado enseguida.

En cuanto el foro ha estado bajo registro no he tenido problemas. afortunadamente, y los posts han sido correctos, temáticos y válidos para el debate. Es cierto que el número de personas registradas es pequeño, pero lo utilizan bien. Sin registro no había muchas más personas que lo usaran, salvo alguna participación esporádica, sin continuidad.

Este año, aunque aún no utilizo bases de datos (debiera aprender), utilizo PHP y he podido poner "mensajeitors" (otros lo llaman "cajas de gritos"). Sólo he tenido algún pequeño problema. Uno de ellos ha sido debido porque se utilizaba como un chat utilizando el botón "actualizar". Otro fue que, en una conversación tipo chat un exalumno hablaba de tal profesora (poniendo nombre y apellido) diciendo que estaba muy buena y que él se había enamorado de ella. Bueno, yo preferiría que no se pusieran nombres ni que salieran publicadas (y quedaran) impresiones personales de este tipo.

Creo que este uso del mensajeitor es en parte debido a que no tiene o tenía una finalidad declarada y a que su aspecto con una entrada pequeña para los posts, propician decir "tonterías" o cosas sin importancia o con muy poco contenido.

No todos los alumnos que entran en la web utilizan estos sistemas comunicativos, no sé si llamarlos informales o de finalidad no definida. Yo creo que el más utilizado ha sido el "mensajeitor" y no me atrevería a ajustar el porcentaje de alumnos que lo han utilizado. ¿Quizás el 40%?, ¿el 60%? Mientras que los menos utilizados, aparte de formularios para contenidos de trabajo, posiblemente sea el foro. Aún así, el curso pasado tuvo una media de 168,7 entradas mensuales y 69,4 aportaciones, sobre 1084 visitas mensuales al web.

Publicar y publicitar: dos acciones que no tratan los textos

Publicar y publicitar: dos acciones que no tratan los textos He estado dudando sobre el título. En principio quería plantearme si, cuando en los objetivos generales de la educación y en los objetivos de las áreas de lengua hablamos del uso de la lengua, nos estamos refiriendo a comunicación. Pero ya hace un tiempo en que me planteo el porqué en las áreas de expresión, especialmente, en las de lengua, no se habla de publicar y publicitar como dos acciones básicas del acto comunicativo.

Diría que publicar es hacer llegar el mensaje al receptor. Si como alumno escribo una redacción o un trabajo, la acción de publicar es dar el trabajo al profesor. Con ello, la acción de publicar queda realizada por `parte del alumno.
En tiempos del correo, quien escribía una carta, rellenaba el sobre (lo cual sí se enseñaba en las aulas) y luego bastaba con introducirla en el buzón. Ésta era la acción de publicar esa carta personal.

Supongo que estas acciones de hacer llegar al destinatario el mensaje eran tan cotidianas y normales que se daban, desde los centros de enseñanza, por sabidas.

Sin embargo hoy estas cuestiones ya no parecen tan simples. Posiblemente haya niños que desconozcan la existencia de buzones y de organizaciones como Correos.

¿Qué debiéramos saber los adultos de hoy y de mañana sobre las formas de hacer llegar los mensajes a sus destinatarios? ¿Son acciones que deben seguir permaneciendo ausentes de los libros de texto y de la acción escolar?

Cuando en los objetivos generales de la educación se habla sobre el uso de la lengua, ¿se está hablando de comunicación?