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fabian

Encender la luz y explorar la habitación

Ayer empecé este blog. Me registré y escribí un primer artículo.
La primera vez que participé en un foro o en un chat, cuando me registré por primera vez en un servidor o ayer al registrarme en este blog he sentido la misma sensación: estar en la oscuridad, no saber qué hay, con qué me voy a encontrar. ¿Temor ante lo desconocido? Posiblemente no tanto: inquietud. Dicen algunos pedagogos que el aprendizaje significativo (de cierta importancia) siempre produce una inquietud, un temor. Es como la libertad que se concedía al esclavo. Al principio, durante bastantes días, el recién liberado quedaba inmóvil, sin saber qué hacer. Esperaba que alguien, quienquiera que fuese, le mandara hacer algo. Prefería ser esclavo... No es fácil cambiar la mentalidad.

Inquietud y exploración: ¿qué hay aquí?, ¿para qué sirve?, ¿cómo se utiliza? Así estoy yo en estos momentos, pulsando botones y expectante ante lo que ocurre con ello. Y eso que en estos momentos ya tengo cierta experiencia y ya tengo creadas ciertas expectativas.

La vez que más me costó fue con un servidor de Internet. Me registré desde un ordenador del instituto. Yo ya había cumplido los cincuenta años y fui con un chico de 12, Víctor. Realmente fue él quien me registró y me abrió la puerta de esa oscura habitación. Para mí era totalmente nueva, no tenía expectativa ninguna ya que no tenía experiencia. Oía hablar de servidores y no podía imaginar qué era aquello de subir y bajar archivos... Era la completa oscuridad.

Sin embargo hoy, entrar en el servidor para publicar archivos en Internet es como abrir un cuaderno. Lo hago varias veces al día. Pienso que un servidor de Internet es el cuaderno de mis alumnos de 12 y 13 años ... ¿Realmente lo es?
Pienso que un servidor de Internet debiera ser el cuaderno de mis alumnos de 12 y 13 años.

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