Paradigma: la tentación administrativa
Lo cierto es que los ordenadores no entraron en los centros escolares por las aulas (en muchos casos aún no han entrado) sino por las secretarías. De ahí pasaron a otros despachos administrativos, tales como dirección y jefaturas de estudio. Luego se crearon las aulas de informática para aprender informática, pero no para ser usados en otras labores. Quizás, en algunos centros, hayan entrado en la biblioteca, pero sólo para hacer el fichero de libros. Y creo que en la mayoría de casos ahí acabamos de llegar. Tal vez en las salas de profesores (en este caso junto con una impresora).
Este recorrido es una muestra de la concepción que tenemos sobre la informática. Los adultos transmitimos esta información a nuestros hijos y compramos el ordenador y una impresora pues en nuestra concepción está que la escritura es sobre papel... Luego enlazamos el ordenador con un cable telefónico.
En un post anterior traté el paradigma de la web escolar concebida como un anuncio. Esta concepción tiene una variante: transmitir información administrativa. De las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), sólo se ha considerado hasta la I, sin la C: TI: Tecnología de la Información. La idea del cable telefónico, por el que puede hablar uno y otro (comunicación), se ha perdido y sólo queda la información unilateral.
Creo que en general a los profesores nos es muy difícil salir de esta concepción. Pero si difícil es para nosotros, más difícil parece ser a los administradores (inspección educativa). De vez en cuando me llegan voces de que se pedía que en la web del instituto se colgara determinado documento administrativo. Y muchas webs escolares cuelgan estos documentos.
Una y otra vez pienso en los elementos de la comunicación. ¿A quién van dirigidas las webs escolares? Si es a los alumnos (12 a 18 años), no creo que ellos se interesen por esas informaciones.
Si una finalidad importante de la web de centro es informar, me parecería bien. Pero en este caso me pregunto: ¿Es también la información administrativa una finalidad importante del centro educativo? Una web de un centro educativo, ¿no debiera tener las mismas finalidades que ese centro? ¿O acaso esa web es un elemento disgregado del centro educativo? Tal vez esa web no se haya concebido como web sino como un tablón de corcho en el que se cuelgan las disposiciones y anuncios.
Este recorrido es una muestra de la concepción que tenemos sobre la informática. Los adultos transmitimos esta información a nuestros hijos y compramos el ordenador y una impresora pues en nuestra concepción está que la escritura es sobre papel... Luego enlazamos el ordenador con un cable telefónico.
En un post anterior traté el paradigma de la web escolar concebida como un anuncio. Esta concepción tiene una variante: transmitir información administrativa. De las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), sólo se ha considerado hasta la I, sin la C: TI: Tecnología de la Información. La idea del cable telefónico, por el que puede hablar uno y otro (comunicación), se ha perdido y sólo queda la información unilateral.
Creo que en general a los profesores nos es muy difícil salir de esta concepción. Pero si difícil es para nosotros, más difícil parece ser a los administradores (inspección educativa). De vez en cuando me llegan voces de que se pedía que en la web del instituto se colgara determinado documento administrativo. Y muchas webs escolares cuelgan estos documentos.
Una y otra vez pienso en los elementos de la comunicación. ¿A quién van dirigidas las webs escolares? Si es a los alumnos (12 a 18 años), no creo que ellos se interesen por esas informaciones.
Si una finalidad importante de la web de centro es informar, me parecería bien. Pero en este caso me pregunto: ¿Es también la información administrativa una finalidad importante del centro educativo? Una web de un centro educativo, ¿no debiera tener las mismas finalidades que ese centro? ¿O acaso esa web es un elemento disgregado del centro educativo? Tal vez esa web no se haya concebido como web sino como un tablón de corcho en el que se cuelgan las disposiciones y anuncios.
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